Origen del ramen y mi mejor experiencia en Tokyo.
La noche que por casualidad llegué al mejor ramen de Tokyo
La primera vez que fui a Japón, iba con la idea de probar ramen en muchos lugares, pero la realidad es que, en los 21 días que estuve, solo lo probé una vez. Fue el primer día y estaba muy rico, pero quedó en mi memoria como una comida más. Algo que no ocurrió los siguientes días, porque todo lo que comí después era extraordinario.
Como breviario cultural, te comparto que el origen del ramen es chino. Llegó a Japón a finales del siglo XIX y a esos fideos les decían lamian, que significa "fideos estirados". El ramen, en realidad, es una adaptación fonética de esta palabra. Esta influencia cultural llegó principalmente por Yokohama y Kobe. Antes los llamaban shina soba, que significa "fideos chinos", y en ese entonces no era un plato central en la gastronomía japonesa. Esto cambió cuando, en 1910, Kan'ichi Ozaki abrió el primer restaurante de ramen en Japón, llamado Rairaiken. Te comparto las imágenes del Museo de Cup Noodles en Yokohama, donde puedes comprobar toda esta información. Si vas a Tokyo, es imprescindible visitar este museo; te sugiero que dediques un día para conocer Yokohama, un puerto maravilloso lleno de cultura.



Volviendo a lo principal, la historia del mejor ramen (que he probado) es una de esas anécdotas perfectas que guardas en un lugar especial de tus recuerdos. Cuando fui con mi familia, esperábamos llegar a la temporada de sakuras, pero, debido a cambios climáticos, la floración más intensa ocurrió cuando casi nos íbamos. Aunque vimos algunos árboles florecidos en distintas zonas, nos enteramos por Instagram de un festival en el parque junto a la calle Sukeroku Yumedori, que está a orillas del río Sumida, en Asakusa.
Fuimos a ver la calle llena de sakuras en plena floración, de noche, con una iluminación que realzaba la belleza de los famosos cerezos. El lugar estaba tan bien organizado que, a pesar de la multitud, había una gran armonía y todo fluía con naturalidad.
Después de nuestra caminata, regresamos temprano al hotel porque el menor de mis hijos necesitaba dormir pronto. Sin embargo, antes buscamos en Google Maps un restaurante cercano que estuviera abierto. Entre varias opciones, elegimos ramen, algo que habíamos probado antes, pero no mucho durante este viaje.
Desde que llegamos, sentimos algo especial, como cuando todo sale perfecto en tu mejor día. Así se percibía el lugar. Entramos justo antes que otra familia, que tuvo que esperar. El local es pequeño, con capacidad para unas 10 - 12 personas, atendido por una sola persona, complementado con una máquina donde sacas los tickets de la comida que deseas para entregárselos al gerente/anfitrión/cocinero.
Comenzamos con unos fluffy dumplings que, a simple vista, parecían dumplings comunes... pero no. Han sido, también, los mejores dumplings que he probado. La masa tenía la proporción exacta de ingredientes y tiempo de cocción. El relleno, principalmente de carne, ofrecía un equilibrio perfecto de sal y condimentos; y, si los sumergías en la salsa que los acompañaba, se convertían en un bocado que vas a recordar durante años.

Lo mismo ocurrió con los wontons: la metamorfosis que sucede en tu boca es increíble. Pocos sitios te regalan esa sensación de cerrar los ojos y descubrir cómo, en un instante, puedes experimentar algo tan delicioso.

Luego llegó el protagonista de la noche: el mejor ramen del mundo (al menos, de mi mundo). El caldo, aunque transparente, tenía un sabor profundo y bien elaborado, sin exceso de agua, que combinaba perfectamente con el hongo kikurage, negi (cebollín) y los brotes de bambú ligeramente fermentados. Y, por supuesto, los huevos ajitama, favoritos de todos. De verdad, cada bocado es una provocación a no dejar de comer durante lunas y soles. El sabor es profundo pero sin saturarte y, al mismo tiempo que lo recibes, te deja sentir que no habrá nada igual. Hasta hoy no he probado mejor ramen en ningún lugar. Insisto tanto porque, si van a Japón, realmente deben visitar este restaurante. Aunque mi estilo favorito es el ramen de Fukuoka, con su caldo espeso, nadie ha destronado a Ichyriu.




Disfruta la vida cuando camines, cuando comas, cuando sonrías o llores. Hay historias que solo ocurren una vez: tatúatelas.
Resumen del mejor ramen del mundo (Tokyo) y el Museo del Ramen (Yokohama)
- 🍜 Ichyriu ramen | El mejor ramen de Tokyo –
Ubicación en Google Maps - 🥢 Museo de Cup Noodles –
Ubicación en Google Maps - 🌸 Parque Sumida –
Ubicación en Google Maps - ⛩️ Templo Sensō-ji –
Ubicación en Google Maps